COLIGACIÓN
(Colligation) llamaba W. Whewell en el Novum Organum Renovatum (II, iv, 1), o segunda parte de la tercera edición de su obra sobre la filosofía de las ciencias inductivas, al acto intelectual por medio del cual se establece «una conexión precisa entre los fenómenos dados a nuestros sentidos». La coligación —o más exactamente, coligación de los hechos— no era para Whewell un mero resultado de la observación; se requería una interpretación —una interpretatio naturae en el sentido de F. Bacon— atenta a los hechos. Usando la comparación establecida por R. Blanché en la obra sobre Whewell mencionada en la bibliografía sobre este pensador diremos que el científico se sitúa ante los hechos como el paleógrafo ante una inscripción cuyo sentido ignora. La inscripción aparece, por lo pronto, como un conjunto de procesos físicos que se convierten en enunciados con sentido solamente cuando el