ARGUMENTO DEL REGRESO

La formulación de este argumento se remonta como mínimo hasta Aristóteles en los Analíticos Posteriores (I.3: 5-23), pero se cree que fue recogido por  Sexto Empírico incluso antes. Desde sus primeras formulaciones, se ha usado para defender la más popular de las teorías sobre la estructura de la justificación, el fundacionalismo. Para el fundacionalismo, existen creencias, las llamadas creencias básicas, cuya justificación no proviene de otras creencias. Las creencias básicas constituyen el fundamento último del edificio del conocimiento en base al cual descansan todas las demás creencias. De ahí el nombre que esta teoría recibe.

En el argumento del regreso a favor del fundacionalismo pueden diferenciarse tres fases. En una primera fase, se presenta el problema del regreso infinito de la justificación. En una segunda fase, se enumeran distintas alternativas para hacer frente a este aparente problema. Finalmente, en una tercera fase,