PLACER
Ha sido bastante común entre los filósofos tomar el concepto de placer en un sentido muy general, que abarca, o se supone que abarca, todas clases de placeres y de sentimientos de placer. Así, se ha considerado que ciertas cosas pueden causar placer porque causan sensaciones placenteras, como ocurre con el sabor de un buen vino. Se ha considerado asimismo que otras cosas pueden causar placer, aunque no sea una sensación de placer en sentido estricto, como ocurre con una conversación con un buen amigo, con la satisfacción del deber cumplido, etc.
Concomitantemente, el concepto de dolor ha sido tomado asimismo en un sentido muy general, incluyéndose en tal concepto la sensación que se experimenta cuando se sufre físicamente, cuando se pierde una persona amada, etc.
Tomados en estos sentidos generales, han tenido lugar muchos debates sobre los conceptos de placer y de dolor. Por ejemplo, se ha mantenido que el placer es lo contrario del dolor, de