FEDERICO II, el Grande (1712-1786)
Rey de Prusia desde 1740, se llamó a sí mismo le philosophe de Sans Souci (nombre del palacio que hizo construir en Potsdam). El papel de Federico II es importante en la filosofía alemana ilustrada por su posición de monarca con poder legal absoluto que al mismo tiempo era amigo y protector de los philosophes franceses —especialmente de Voltaire—, patrón de la Academia y de los «filósofos populares» alemanes. Por su producción, y por el estilo en que era presentada, Federico II era él mismo un «filósofo popular», distante, como él decía, de la metafísica y de la geometría, disciplinas abstractas y poco «prácticas». Sus ideas, no muy originales, forman un conjunto bastante homogéneo. Federico II se manifestaba decidido partidario del placer en sentido epicúreo y del «amor propio»; contra todo fanatismo y superstición, predicaba la