EGOÍSMO
Se atribuye generalmente a Wolff la introducción de los términos ‘egoísmo’ y ‘egoísta’, al hablar en la primera edición (1718) de sus Vernünftige Gedanken von Gott, der Welt und der Seele des Menschen (Pensamientos racionales sobre Dios, el mundo y el alma del hombre), de la «rarísima secta [escuela] de los egoístas» originada hacía poco en París. En la segunda edición (1722) de la misma obra, Wolff clasificó los que se ocupan del conocimiento de las cosas en «escépticos» y «dogmáticos». Los dogmáticos se clasifican a su vez en «dualistas» y «monistas»; los monistas, en «materialistas» e «idealistas»; los idealistas, en «pluralistas» y «egoístas». Los egoístas no se limitan a negar, como hacen los idealistas, que existe un mundo material externo; niegan que exista nada fuera de la propia conciencia del «egoísta», incluyendo conciencias ajenas.
La atribución de los términos ‘egoísmo’ y ‘egoísta’ a Wolff